FESTIVAL NACIONAL DEL PORRO EN CORDOBA
Es un llamado para que nos demos cuenta del talento que tenemos en Córdoba, que se debe trabajar más conscientemente, en nuestra Cultura rica en tantos ritmos, como lo es el Porro,,,,,,,,
calles de san pelayo
martes, 1 de diciembre de 2015
domingo, 29 de noviembre de 2015
hola, soy CESAR ARIAS.....
Hola, soy cesar arias
Soy de Sahagún córdoba, tengo 27 años, me gusta mucho lo
relacionado con nuestra historia, como lo es nuestros Ritmos típicos del “Festival del Porro” Cuando en la costa atlántica la alegría de
los primeros pobladores se hizo fiesta, no había con qué amenizarlas. Eran los
días en que empezaban a confundirse las expresiones culturales de los esclavos
traídos del África, de los europeos llegados a América y de los nativos de
estas tierras. Carecían de instrumentos para producir música pero debían
ahuyentar la fatiga, las penalidades y el terror de la muerte. Entonces
hicieron flautas y gaitas con las cañas que crecen en los pantanos, tambores
con troncos de árboles y cueros de animales, y les sacaron música a los
primitivos instrumentos con las remembranzas de estos primigenios grupos de
habitantes, los invito aventurarse un poco, sobre todo tener presente nuestras
creencias, idiosincrasia y la alegría que nos representa nuestros bailes………………
Aquí se halla el origen de ritmos como la cumbia, la gaita,
la puya, el mapalé, el fandango y el porro, entre otros. Sobre la influencia
cultural predominante en la configuración del porro existe desacuerdo, ya que
en este caso, como en la mayoría de investigaciones acerca de orígenes
folclóricos y culturales, se debe acudir al terreno incierto de la tradición
oral, ante la ausencia de otro tipo de memoria antigua.
sábado, 28 de noviembre de 2015
Festival Nacional del Porro
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Folclore,
música, fandango, tamboras, diablos bailarines y un sinnúmero de grupos de
danza que cada junio están presentes con su toque y movimientos propios,
conforman hoy en día el “Festival Nacional del Porro Pelayero”, que se
realiza en el departamento de Córdoba a finales del mes de junio y principios
de julio.
El Festival del Porro, es un evento que recoge todo el peso de la tradición musical de las poblaciones de Sucre y Córdoba, las tierras míticas del Sinú. Se inició en el año 1977 con el nombre del “Festival del Porro Pelayero” para celebrar el bicentenario de la fundación del Municipio. Desde ese entonces cada año la población de San Pelayo ha sido el lugar de encuentros de cientos de bandas de la región, manteniendo la tradición y cultura característica de la región.
En las
calles del pueblo se realiza el desfile de las aguadoras donde además
participan carrozas con diferentes alegorías relacionadas con las tradiciones
locales. El “Festival Nacional del Porro Pelayero” inicia con una alborada en
la que las bandas participantes interpretan al unísono el porro “María
Varilla”, composición del Maestro Alejandro Ramírez Ayazo, que es considerado
el himno del festival, en honor a la legendaria bailadora de fandango. En el
tercer día del Festival, todas las bandas se dirigen al cementerio donde
colocan hermosas coronas de flores a los músicos desaparecidos, muchas de
ellas en forma de instrumento. También interpretan porros en su homenaje.
San
Pelayo – Córdoba
La “capital” folclórica de Córdoba, San Pelayo, fue fundada por Juan de Torrezar Díaz Pimienta en 1740. Treinta y cuatro años más tarde, más exactamente el 6 de marzo de 1774, otro español, Antonio de La Torre y Miranda, en su quinta salida, la traslada de su lugar de origen hasta el sitio donde se encuentra hoy, la reorganiza y le cambia el nombre de Cacaotal que le habían dado sus primeros moradores quienes se cree venían procedentes de San Antero, Lorica, Chimá y otros sitios de la región, por el de San Pelayo en honor al niño mártir de la región.
El
poblado fue elevado a la categoría de municipio en 1931, y perteneció durante
muchos años al departamento de Bolívar. Cuando Córdoba fue creado, entró a
formar parte como uno de sus municipios fundadores.
A poco
menos de dos kilómetros de la ribera del Sinú, las 83 mil hectáreas de su
superficie, en que predomina la llanura, están alimentadas por las aguas del
Sinú.
La base
de la economía de San Pelayo es la agricultura y la ganadería, los
principales cultivos son el algodón, sorgo, maíz, arroz, plátano, yuca y
ñame. Las tierras en su gran mayoría están dedicadas a la ganadería extensiva
y la otra parte a la agricultura tecnificada.
Ritmos
típicos del “Festival del Porro de San Pelayo”
Cuando en la costa atlántica la alegría de los primeros pobladores se hizo fiesta, no había con qué amenizarlas. Eran los días en que empezaban a confundirse las expresiones culturales de los esclavos traídos del Africa, de los europeos llegados a América y de los nativos de estas tierras. Carecían de instrumentos para producir música pero debían ahuyentar la fatiga, las penalidades y el terror de la muerte. Entonces hicieron flautas y gaitas con las cañas que crecen en los pantanos, tambores con troncos de árboles y cueros de animales, y les sacaron música a los primitivos instrumentos con las remembranzas de estos primigenios grupos de habitantes.
Aquí se
halla el origen de ritmos como la cumbia, la gaita, la puya, el mapalé, el
fandango y el porro, entre otros. Sobre la influencia cultural predominante
en la configuración del porro existe desacuerdo, ya que en este caso, como en
la mayoría de investigaciones acerca de orígenes folclóricos y culturales, se
debe acudir al terreno incierto de la tradición oral, ante la ausencia de
otro tipo de memoria antigua.
Porro:
Éste ritmo se origina a partir de los ritmos más antiguos o primitivos, según los golpes que se dan, se escucha un porro Pelayero o un porro Sabanero. Su origen popular es indudable, los albores de este ritmo se confunden con las fiestas que las gentes del pueblo organizaban al aire libre. Eran diversiones campesinas que reunían a los moradores de las inmediaciones para bailar durante varias noches y días consecutivos. Representaban un gran acontecimiento en aquella región. Las fiestas, además de brindar esparcimiento en medio de duros trabajos y precarias condiciones de vida, proporcionaban a los campesinos y esclavos un medio para vivir algo propio, algo surgido de sí mismos, y regocijarse en ello sin medida.
El
Porro Pelayero, se diferencia de los otros por la manera particular de
accionar la porra. Nace del porro pero con una estructura diferente. Este
ritmo es instrumental por lo tanto no incluye letra.
Entre
los porros pelayeros que existen se encuentran: “María Varilla”, “el Binde”,
“Compae Gollo” y Soy “Pelayero”.
Otro
tipo de Porro, es el Tapao o Sabanero. Este se caracteriza por ser urbano, de
arreglos fijos y determinantes y admite el baile de parejas cojidas, éste
puede ser cantado. Entre los porros tapaos más conocidos están: “A orillas
del Sinú”, “La Perra Negra”, “El Porro” y “Mi Pueblo”.
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María Varilla: Mujer, mito y música
Sólo vivió 53 años pero su historia es ya un mito, una música y un ícono sinuano y del Caribe: María Varilla, cuyo verdadero nombre era María de los Ángeles Tapias (1887-1940).
No tenía el cuerpo curvilíneo como magistralmente la ha pintado el artista Wilfrido Ortega, iluminada por el resplandor de tres paquetes de velas en la rueda del fandango.
“Prefiero escribirla con V y no con B, porque desde niño en Ciénaga de Oro, siempre escuché que era la mujer que mejor bailaba el porro en todo el Sinú, con su cuerpo erguido como una varilla, treinta y tres días seguidos, y una resistencia deslumbrante y una sensualidad perturbadora”, confesó el periodista y escritor Germán Mendoza Diago, en su intervención en el conversatorio sobre María Varilla, dentro de los actos académicos del II Festival de la Hamaca Grande.
“Su papel poco documentado de luchadora social, de empleada doméstica, ha sido trascendido por su presencia encantadora y embrujadora, y hoy más allá del misterio de su nombre asociado al marido o a su manera de bailar, o al porro que ella misma eligió para bailar, lo que pervive de ella es lo que la mitificado y convertido en símbolo, pero en la ambigüedad está el encanto de María Varilla”.
Esa ambigüedad se extiende también a la vieja discusión sobre los orígenes del porro en San Pelayo o en Ciénaga de Oro o sobre el porro María Varilla, compuesto por Alejandro Ramírez Ayazo.
Haberla visto en una foto de 1922, fue un desencanto para Germán Mendoza, y él ha preferido seguirla imaginando desde la luz de los lienzos y de la imaginación de los poetas. Curioso el dato ofrecido por Mendoza, de que en el Sinú nadie ha vuelto a llamarse María Varilla, mientras en Centroamérica hay 150 mujeres que llevan ese nombre y no tienen ningún nexo con la mujer del porro.
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